martes, 8 de junio de 2010

SEGUNDO VUELO



El título que he puesto a este blog coincide con el de mi primera novela juvenil publicada (Palabra, 2008), a la que por motivos personales más que literarios le tengo mucho aprecio. Basta con leer la dedicatoria que aparece en las primeras páginas para entenderlo.
En la primera versión de la novela, la obra no se llamaba así. El libro cuando apenas tenía poco más de cincuenta páginas se titulaba "Visión de águila". Un poco abstracto, quizás poco sugerente, pero no estaba del todo mal, creo.
¿Por qué lo cambié entonces?
Imagino que el título no me convencía,que era bastante mediocre, aunque ya aparecía en él el motivo central de la novela: un águila salvaje que mira con ojos atentos la vida de una chica de ciudad.
El título definitivo de la novela vino a mí sin querer, como suele ocurrir estas cosas. Estaba releyendo unos poemas de Leopoldo Panero, dedicados a la sierra del Guadarrama, cuando un verso me cautivo. Como suelo hacer, busqué el lápiz de punta desgastada, que siempre me acompaña en la lectura, y subrayé el sintagma que resumía la idea que yo quería trasmitir con el libro.
Entonces creía que la escritura era semejante al vuelo de un águila con las alas desplegadas, que sobrevolaba la vida en otra esfera más alta o más pura. La protagonista del libro también deseaba huir a esa esfera perfecta para escapar del dolor de la vida.
Ahora, en cambio, sé que la escritura debe ser algo muy distinto. Se trata más de un caminar hacia dentro, de un recorrer o recuperar galerías internas; que un volar hacia fuera o lo más elevado.
Aun así, me sigue fascinando las águilas que sobrevuelan los ciegos cielos del verano.
Siempre me acordaré del ejemplar salvaje que se posó a escasos metros en la solitaria carretera que va de Quejo a La Cueta (León), y la que pasó por encima de mi cabeza en Huesca rozando el inhiesto campanario de un templo como una promesa.
También he visto águilas en el zoo con mi familia, pero esas estaban encadenadas, demasiado adiestradas y sumisas, y - no lo puedo evitar- me daban mucha pena.

1 comentario:

  1. Quizás la escritura sea como la vida, simplemente caminar. Hacia dentro o hacia fuera, por los alrededores o en medio del ciclón, son solo circunstancias. Quizás.

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